lunes, 22 de junio de 2009

Violentas protestas en Bangkok,Tailandia

protesta contra el gobierno

cultura

Para poder hablar con orden y método acerca de la investigación cultural en México, necesitamos reconocer primero el ámbito que recubre el concepto de cultura en su sentido más amplio y a la vez mantener como punto de referencia -al menos implícito- el nivel alcanzado por las investigaciones culturales en otros países donde supuestamente las ciencias sociales han logrado mayor desarrollo.
En cuanto al primer punto, comenzaré distinguiendo con Jean-Claude Passeron (1991:314 y ss.) tres sentidos básicos del concepto de cultura: como estilo de vida, como comportamiento declarativo y como corpus de obras valorizadas.
En cuanto a estilo de vida, la cultura implica el conjunto de modelos de representación y de acción que de algún modo orientan y regulan el uso de tecnologías materiales, la organización de la vida social y las formas de pensamiento de un grupo. En este sentido, el concepto abarca desde la llamada "cultura material" y las técnicas corporales, hasta las categorías mentales más abstractas que organizan el lenguaje, el juicio, los gustos y la acción socialmente orientada. Consecuentemente, cabría introducir en este mismo apartado una subdivisión (metodológicamente muy importante) entre formas objetivadas y formas subjetivadas de la cultura o, como dice Bourdieu (1985:91), entre "símbolos objetivados" y "formas simbólicas interiorizadas".
Éste sería el sentido primordial y originario de la cultura que, en cuanto tal, abarcaría la mayor parte del simbolismo social y representaría el aspecto más perdurable de la vida simbólica de un grupo o de una sociedad. Los demás sentidos -de los que nos ocuparemos de inmediato- serían, en cambio, derivados y tendrían por base precisamente al primero.
En cuanto comportamiento declarativo, la cultura sería la autodefinición o la "teoría" (espontánea o elaborada) que un grupo ofrece de su vida simbólica. En efecto, todo grupo, además de practicar su cultura, tiene también la capacidad de interpretarla y de expresarla en términos discursivos (como mito, ideología, religión o filosofía). Recordemos, por ejemplo, la intensa producción discursiva en México sobre la cultura nacional, desde Samuel Ramos hasta Octavio Paz, pasando por Leopoldo Zea, Carlos Fuentes, Carlos Monsiváis y otros más.
Este aspecto de la cultura se considera el más visible y, por lo mismo, el más accesible a los historiadores, a los analistas del discurso y de las ideologías y a los investigadores en general. Es también el que evoluciona con mayor celeridad.
Pero hay que considerar siempre un desfase entre la cultura efectivamente practicada y la cultura dicha, por lo que sería ingenuo pretender inferir la primera de la última.
Por último, los miembros de todo grupo o de toda sociedad reservan siempre un tratamiento privilegiado a un pequeño sector de sus mensajes y comportamientos culturales contraponiéndolos a todo el resto, un poco como "lo sagrado" (o lo "consagrado") se contrapone a lo "profano" y lo banal en Durkheim. Tal sería, por ejemplo, el estatuto de los valores artísticos en nuestra sociedad, que funcionan como emblemas o simbolizadores privilegiados de la cultura. Según Norbert Elás (1973), en la sociedad cortesana europea de la época de las monarquías absolutas, este papel privilegiado lo desempeñaban, no el arte, sino el "código de maneras". Hablaremos de cultura patrimonial o de cultura consagrada para referirnos a este tercer sentido del término en cuestión.
También necesitaremos recurrir a algunas clasificaciones básicas de la cultura en cualquiera de los sentidos antes señalados, con fines puramente analíticos y descriptivos.
Por ejemplo, si introducimos el criterio del análisis de clase, obtendremos la trilogía bourdieusiana cultura legítima (o consagrada), cultura media (o pretensiosa) y culturas populares, en correspondencia con la posición ocupada por los actores en el espacio social.
Si introducimos, en cambio, el criterio de la evolución social en el largo tiempo, obtendrermos la distinción entre culturas tradicionales (propias de las sociedades étnicas o agrarias preindustriales) y cultura moderna (entendida como la conjunción específica entre cultura de masas y cultura científica en un contexto urbano).
También resultaría útil para los fines de nuestro análisis introducir los ejes sincronía/diacronía -de ascendencia saussuriana- para incorporar a nuestro análisis la perspectiva histórica asumida en algunos estudios culturales.
Por último, la posible relación de la cultura con las demás instancias de la sociedad como la política, la economía y la jurídica, puede ofrecernos un esquema adicional para indagar si se han realizado estudios desde esta perspectiva.

saludos

Buenos dias compañeros unicamente les escribo para saludarlos y desearles un buen comienzo de semana, hoy es la última semana de clases les deseo todo lo mejor, cuidense y pongan todo su empeño en esta ultima semana, bay cuidense.

miércoles, 17 de junio de 2009

cuento del equipo de haide

leyenda del z´pilote

cuento del equipo de haide

buenos dias mundo

hola a todos bienvenidos a mi blog, espero que seamos amigos con todos, no se olviden en votar por el cañom del sumidero para que sea una de las maravillas del mundo y que chiapas sea reconocido a nivel mundial, y tengamos mas turistas y mejor economia.